Un paseo hasta el barrio de la Expansión Marítima Portuguesa, Belém. En los siglos XV y XVI, desde aquí zarparon las carabelas y aquí llegaron las noticias de los descubrimientos. Aquí se celebraban misas antes de la partida de las flotas y la playa era conocida en aquellos tiempos como "playa de las lágrimas". Antaño un importante puerto, Belém sufrió una transformación como consecuencia del terremoto de 1755 y, más recientemente, un nuevo diseño urbano durante la realización, por parte del Estado Novo, de la Exposición del Mundo Portugués en 1940. Hoy en día revitalizada, esta zona ribereña se ha convertido en un agradable lugar de ocio y un importante polo cultural y museístico. A lo largo del recorrido pasaremos por el Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belém (monumentos clasificados por la Unesco), por los pasteles de Belém, por la Ermita de San Jerónimo, por el  Monumento a los Descubrimientos y por el más reciente museo de Lisboa, el MAAT. Regreso junto al río, por las Docas.